Todos sabemos que uno de los momentos mas oscuros de la historia de nuestro país fue la dictadura, donde hubo 30.000 desaparecidos y muchos mas nada mas que fueron "salvados". Uso el "salvados" entre comillas porque ninguno/a de esas personas fueron salvadas ya que conviven con eso por el resto de sus días, ya sea con las torturas o con el sufrimiento que sintieron al alejarlos de sus familias.
Fue una época donde había un silencio, respecto a los que pensaban y opinaban diferente a los militares.
En algunos de los relatos, después de 25 años, algunos encontraron a parte de sus familias y otros se enteraron que sus padres son parte de esos 30.000 desaparecidos.
Paula Bombara, en el Mar y la Serpiente, habla de los 30.000 desaparecidos como un "agujero" y creo que es la mejor palabra para describirlos, porque eso es lo que dejaron, un "agujero" para los que vendrán y los pasados, para los que pasaron por esa situación y para las que solo la escucharon.
Hablar de esto me da mucho miedo, porque me imagino a la gente que vivió eso, me pongo en su lugar y a nadie le gustaría ser parte de esa etapa, pero es parte de nuestra historia y aunque cueste, hay que saber y aprender a convivir con ella.
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